El análisis del ADN microbiano

Las infecciones matan a mas de 13 millones de personas al año en el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 1,500 personas mueren cada hora por una infección y la mitad son niños menores de 5 años. Del resto, la mayoría son adultos en edad productiva, muchos de ellos fuente principal del ingreso familiar (http://goo.gl/HYvhbS). A pesar de los avances médicos y científicos durante las últimas dos décadas, los microbios han demostrado una habilidad tenaz para adaptarse, re-adaptarse, sobrevivir y retar la ingenuidad humana. Desafortunadamente no es fácil predecir donde y cuando atacarán los agentes mas infecciosos o que nuevas enfermedades surgirán. Las enfermedades infecciosas representan cargas económicas que pueden ascender hasta varios puntos del producto interno bruto de un país (http://goo.gl/N39niw). La genómica ha generado nuevos conocimientos y tecnologías que contribuyen a la prevención, control y tratamiento de las enfermedades infecciosas.

El ADN de bacterias y virus está formado de lo mismo que el genoma del resto de los seres vivos. Las tecnologías genómicas han permitido descifrar la secuencia de A, G, T y C que forman el ADN de miles de ellos. El primer organismo vivo cuyo genoma fue secuenciado en 1995 correspondió a la bacteria Haemophilus influenzae. Actualmente, las nuevas tecnologías de secuenciación hacen posible que un investigador pueda producir el borrador del genoma de una bacteria de cuatro millones de letras en un día (http://goo.gl/XHE9Y).

El acervo de información genómica crece a tal velocidad que comienza a transformar la vigilancia y control de enfermedades infecciosas dando lugar a la epidemiología genómica. La secuencia de ADN de los microbios permite definir el origen de un brote infeccioso, el recorrido que hizo el microorganismo antes de infectar al sujeto en estudio e incluso si de trata de mas de uno de ellos. La identificación genómica de patógenos se aplica desde el cuidado de la salud individual y comunitario, hasta la seguridad nacional mediante estrategias contra el bioterrorismo.

Las nuevas tecnologías genómicas han permitido el diseño de microchips capaces de detectar con enorme precisión la presencia de virus conocidos, como se demostró en la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS). Por otra parte, la secuenciación de ADN permite identificar nuevos microorganismos antes no conocidos, dando lugar a pruebas de diagnóstico con alto nivel de precisión.

Las secuencias de ADN equivalen a los planos de los componentes internos de bacterias y virus, ofreciendo alternativas para alterarlos y así causar la inhibición de su crecimiento o su muerte. El conocimiento de los mecanismos internos de un microorganismo ha resultado exitoso para diseñar nuevos tratamientos. La resistencia a un fármaco, si bien muchas veces está definido por múltiples genes, en ocasiones la determina un solo gen. Tal es el caso de la resistencia del M. Tuberculosis a rifampicina, del S. Aureus a meticilina, o incluso del virus HIV a algunos medicamentos antiretrovirales. Por ello, la genómica resulta útil para detectar a estas cepas y ajustar los tratamientos en forma efectiva.

Las secuencias del genoma de bacterias y virus también contribuyen al desarrollo de nuevas vacunas. El análisis sistemático de cada una de las proteínas que existen en la superficie de un microbio y su capacidad para generar una vacuna ha resultado una estrategia efectiva, como en el caso de aquellas desarrolladas contra el meningococo del grupo B.

Las técnicas para la lectura de genomas de bacterias y virus son cada vez mas rápidas y mas baratas. En 3 a 5 años será rutinaria la secuenciación de la muestra de un paciente para diagnosticar con exactitud el origen de su infección en unas cuantas horas, superando por mucho las metodologías actuales que pueden requerir de hasta una semana para hacer el diagnóstico.

La integración de estrategias genómicas al sistema nacional de salud fortalecería la vigilancia epidemiológica, así como también reduciría desenlaces fatales en edades pediátricas y productivas con sus respectivas cargas sociales y económicas. Para ello, es necesario orientar los esfuerzos iniciales de la medicina genómica a la atención de necesidades apremiantes de la población mexicana, así como establecer sinergias con aquellos que ya comienzan a utilizar la innovación genómica para mejorar el cuidado de la salud y el bienestar de su población.


Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados